Siento esta angustia devorando mis entrañas, llevándose consigo todo lo que encuentra y sin poder controlar nada en mi, sólo quiero cerrar los ojos, que el vacío se apodere de mi.. no quiero sueños, no quiero extraños dibujos de retazos de historias, quiero negro, un negro intenso, quiero sentir el vacío de no sentir nada.. necesito estar ausente de mi misma..
espero q pronto veas la luz... (q metafisico m ha quedao!)
ResponderEliminarCuando he visto "negro.." he preferido no seguir leyendo, pero luego he reparado en Yann Tiersen. Espero poder seguir quedándome en tu blog.
ResponderEliminar"Algunas veces muero, otras sonrío..."
A veces me siento tentado por eso de la ausencia de uno mismo. Pero es sólo durante unos instantes. En seguida salta un resorte en mi interior (concretamente entre el estómago y el corazón) que me hace pensar que no, que yo no me disuelvo, que se disuelva la angustia.Y así, ella y yo hemos llegado a ser amigos, incluso, cuando no está, la echo de menos.
ResponderEliminarLa angustia nos paraliza, nos impide avanzar, continuar, es algo que se queda en nuestro interior y por más que lo intentemos no podemos sacarla de ahi...
ResponderEliminarespero que poco a poco se te pase esa sensación..
que bueno...
ResponderEliminarno sé que decir, pero más de uno me entenderá. Me ha gustado bastante...
Entre leerte a ti y leer a Lucía Etxebarría no hay color.
ResponderEliminarNi siquiera el negro.
Necesito estar ausente de mi mismo..
desaperecer completamente..
descansar..
por fin..
al fin.
Siento haberte cogido los versos sin permiso, los sentía míos mientras los leía y necesitaba completarme...